Con el principio del verano comienzan las fiestas populares en todo el territorio y como mujeres, personas trans o de identidades no binarias, parece que tengamos que entrenar tácticas de camuflaje o de defensa y convertirnos en superheroínas para poder disfrutar libremente sin agresiones machistas.
Ojo, no decimos que no haya que hacerlo, al revés, por ahora no nos queda otra. Tenemos que canalizar el miedo en fuerza, transformar la indefensión aprendida o la defensión desaprendida en confianza y seguridad.
Elsa Dorlin, profesora de Filosofía y del Centro de Estudios Feministas y de Género de la Universidad de París dice: “El problema no es que no hemos aprendido a luchar, el problema es que nos han desmontado la lucha”. Y es cierto, el Estado, los hombres, lo que viene a ser el Patriarcado nos han desarmado históricamente pero la responsabilidad y la culpa no son nuestras como nos han hecho creer, sino de ellos, y se les está acumulando el trabajo para restaurar el orden natural de las cosas.
Decir que estamos hartas ya no sirve de mucho debido a la cantidad de veces que lo decimos. Cuando repites mucho una palabra al final pierde sentido, el “No es No”, el “Solo sí es sí”, el “denúncialo”, tampoco nos bastan, ya que vuelve a recaer sobre nosotras la responsabilidad de dar o no el paso, dar o no el “consentimiento” (otra palabra que se repite mucho últimamente). No nos bastan las campañas, protocolos y estrategias institucionales en materia de prevención contra la violencia machista que ponen su foco en las mujeres y no en los agresores.
Desde los movimientos feministas de Aragón, Febrero Feminista y Mujeres Preokupando, creemos que si eres hombre(cis) y vas a estar en las fiestas de nuestros pueblos y ciudades deberías seguir al pie de la letra nuestras recomendaciones.
Decálogo para hombre(s) que salen en las Fiestas Patriarcales:
1. Si no eres feminista, no tienes perspectiva de género, ni llevas “las gafas moradas”, quédate en casa.
2. Si tus amigos tampoco son feministas, no tienen perspectiva de género y no sabéis lo que es eso de las “gafas moradas”, encerraos en una casa durante todas las fiestas.
3. Si aun así decidís salir y acudir a los sitios más concurridos a pillar cacho, acosar, babosear, lanzar piropos, soltar chistes machistas, racistas, xenófobos o que atenten contra la diversidad, mantened la distancia de seguridad: volveos a casa.
4. Si lleváis drogas o alcohol con la idea de echarlas en los vasos de las mujeres con la intención de anular la voluntad o nublar su memoria, tirarlas por el váter (el de tu casa).
5. Si sales de los sitios concurridos hacia otros más oscuros o alejados y ves a una chica sola o varias chicas juntas, para en seco, da media vuelta y vuelve por dónde has venido. Si no sabes volver a casa, no haber salido.
6. Si cometes una agresión machista o ves cometer alguna acude de inmediato a la casa (cuartel). Sé un “hombre” y denúnciate a ti mismo o al que la ha cometido.
7. Si no lo haces y piensas que te vas a librar de ésta por ser un hombre, un alto cargo o “hijo de”, y vuelves a casa, recuerda, sabemos dónde vives.
8. Si te escondes en casa dios, te encontraremos.
9. Si estás en contra de las agresiones sexistas vuelve a la casilla de salida, punto 1 del decálogo y revísatelo bien.
10. Si ya eres feminista, recuerda que aún te puedes volver a contagiar. Todavía queda mucho para erradicar las ETS (Enfermedades de Transmisión Sexista): el Machismo y el Patriarcado.
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